miércoles, 23 de febrero de 2011

Trabajar con los cuentos en el período inicial


Parece que el grupo de sala azul, tiene una predisposición especial para la lectura. Todos los días, desde la primer semana de clases alguno de los nenes, trae de su casa algún libro para compartir, el cual les leo. A veces, el texto es largo y comienza a decrecer la atención, entonces, usamos el señalador como recurso y continuamos la lectura más tarde, o el día siguiente. También les gusta dejarlos en la biblioteca de la sala para que otros amigos lo lean.
Después de la merienda, a medida que van terminando, se van dirigiendo a la biblioteca a leer. Me comentaba la maestra de sala de tres que ya tenían el hábito incorporado desde entonces. Y aquí comienza un intercambio muy enriquecedor. A medida que nos fuimos conformando como grupo, este momento también fue creciendo y  haciéndose cada día más extenso el tiempo dedicado a la lectura.
Yo comienzo a incorporarme al grupo de lectores, me siento en el piso junto a ellos. Entonces vienen y me traen libros para que les lea. Hacemos un acuerdo. Podemos leer un libro por día en este momento de biblioteca. Lo aceptan. No todos vienen a escuchar el cuento, algunos continúan con sus lecturas, otros, las dejan y se acercan al grupo donde yo estoy leyendo. Siento que se está conformando la comunidad lectora de la sala azul.
Y como dice Graciela Montes, qué mejor lugar que la escuela para comenzar a crear estos espacios, que además, tienen que ver con una actitud docente que propicie la escucha, que los niños puedan sentirse cómodos en este espacio donde saben que sus lecturas del mundo van a ser escuchadas y valoradas por los otros.
Y es en la creación de este vínculo generado a través de los libros que fue fortaleciéndose el mismo, fuimos conociéndonos y compartiendo gradualmente todos los momentos en el jardín.
Luego, leer lo que fue escrito, supone además entrar al “mundo escrito”, al registro de memoria de la sociedad, “al sedimento de significaciones”, que se considera “perdurable”, dejar registro de universos de significación.
Que cada lector pueda hacer sus propias lecturas teniendo en cuenta sus vivencias familiares, culturales, que conforman y ampliarán su propia textoteca, que será, su caja de herramientas que les permitirá construir nuevos saberes, resolver situaciones nuevas, ampliar los significados. Continúa diciendo Graciela Montes “… Los lectores no se encuentran con los textos en el vacío, sino – siempre – en situaciones históricas concretas, en determinado lugar y determinada hora del día, en determinado momento de su historia personal, en ciertas circunstancias, mediando ciertos vínculos …”
Me pareció muy importante incluir a las familias en este período de inicio con el fin que aporten sus textotecas, que nos enriquecieron  a todos.
A partir de la participación de las familias, aprendimos aquellos “juegos de palabras”, canciones que se transmitieron de generación en generación, rimas, nanas, qué familia no cuenta con ellas, marcan a fuego su identidad cultural, su historia, quién se la cantaba a quién y en qué contexto, los niños disfrutan escuchando estas historias familiares, que lo ayudan a crecer en un marco contenedor, donde él mismo es parte. Crear espacios donde  se generen estas posibilidades donde a través de los juegos de palabras y la mayor variedad de prácticas realizadas con ellas, los ayudará a la construcción del camino lector.
Evaluación del proyecto
Poder observarlos en grupos o solos, haciendo lecturas y relecturas, compartiendo los sentidos que cada uno pudo dar a la historia, encontrando cada vez más detalles en las ilustraciones, hilando cada vez más finito, fueron todos indicadores que me hicieron pensar que el proyecto va muy bien encaminado.
 “Contagiar el entusiasmo a los chicos” es a partir de poder mostrarles una actitud de escucha y amor a los cuentos. Es a partir de este cambio de actitud como docente-mediador y el poder romper con viejos esquemas que logré conformar la comunidad de lectores de mi sala.

Prof. Gabriela Arto


1 comentario:

Dirección de Educación dijo...

Hola Gabriela! Muy interesante el aporte que presentás. La lectura es uno de los viajes más bellos en el que coinciden el asombro, la magia, el placer. Formar (colaborar en la formación) de niños lectores es el germen que permite desarrollar una mejor calidad educativa, entendida como más y mejor comprensión lectora, mejor ortografía y claridad en la expresión.
Un abrazo, Alicia