martes, 21 de septiembre de 2010

El viaje de María

"Definir a una persona por su discapacidad contribuye de forma directa a su discriminación y exclusión social. No usemos etiquetas. Mi hijo no es autista, mi hijo ES un niño y TIENE autismo. Recuérdalo al menos mientras estés en este espacio. Gracias." Estas son las palabras de presentación del blog Hasta la luna ida y vuelta, del que copio un video para compartirlo con todos ustedes.
Mi sugerencia: entren al blog, el contenido es claro, respetuoso, apuesta a otra mirada posible.

http://www.hastalalunaidayvuelta.blogspot.com/

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!me parecio muy interesante este video y por eso entre al blog "hastalalunaidayvuelta" y me encanto!!Hasta hace muy poco tuve en mi salita a un niño con autismo y senti que es de gran ayuda conocer mas sobre este tema para poder ayudar desde nuestro rol tanto a los nenes como a sus familias.Muchas gracias!!

Maite dijo...

Gracias a los dos, gracias Al por difundirlo :) y por tus palabras.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

La intervención temprana de los casos de autismo es, por ahora, el método más eficaz para minimizar los síntomas
Se estima que de tres a seis de cada 1.000 niños padecen la forma clásica de autismo. Nacer varón, además, comporta un riesgo cuatro veces mayor de sufrir este desorden psiquiátrico, que dura toda la vida. Los expertos apuntan a factores genéticos -cada vez más conocidos- y ambientales como responsables de su aparición. La detección precoz de los casos de autismo es el método más eficaz para minimizar los síntomas. Por tanto, reconocerlos desde su inicio es primordial, como lo es entender su forma de concebir el mundo que les rodea.
A partir de una edad muy temprana, los niños que presentan alguno de los trastornos del espectro autista (TEA) no miran a los ojos ni prestan atención a los gestos o a la expresión corporal, ya que presentan una percepción alterada del movimiento biológico, es decir, de los movimientos generados por el ser humano. Por el contrario, centran su atención en los labios, porque el ritmo de esta parte de la cara se encuentra en sintonía con el sonido del discurso.
Esta fijación en los labios les hace ignorar información social significativa para el desarrollo de la interacción con otras personas, puesto que el movimiento biológico está vinculado con la comprensión social y con el inicio de la relación del pequeño con la sociedad. Así lo asegura un nuevo estudio desarrollado en la Universidad de Yale en New Haven (EE.UU.) y publicado en la edición digital de "Nature". Los datos del trabajo proporcionan más información sobre cómo los niños con autismo experimentan el mundo que les rodea, sobre todo, durante sus primeros años de vida.
El movimiento biológico es vital en el desarrollo social porque a través del mismo interaccionamos con otras personas, y crecemos y aprendemos por imitación. A través de mecanismos como la expresión facial o la dirección de la mirada, extraemos la información socialmente relevante. Un déficit en su percepción puede tener consecuencias significativas para detectar e interpretar esta información. Es lo que les pasa, según los investigadores, a los niños con autismo. El equipo sugiere que su capacidad para percibir de manera correcta el movimiento biológico podría estar ausente.
Según la Confederación Autismo España, las conductas "especiales" de niños con algún TEA se centran principalmente en tres áreas: alteración de la interacción social, alteración de la comunicación verbal y no verbal y, por último, repertorio restringido de intereses y comportamientos. La primera área se centra en el aislamiento social, la pasividad en la interacción social (interés escaso y furtivo hacia los demás) o las relaciones extrañas o unilaterales y la capacidad limitada de empatía (aunque son capaces de mostrar afecto a su manera).
El segundo aspecto engloba desde aquellas personas que no desarrollan ningún tipo de lenguaje hasta aquellas que muestran una fluidez engañosa. Sea como sea, todas carecen de la habilidad de tener una conversación normal (repetición continua de palabras o frases, inversión pronominal o invención de palabras), evitan el contacto visual y tienen una expresión corporal muy limitada.
En referencia a la restricción de comportamientos e intereses, en los niños con TEA es frecuente ver reducida la capacidad imaginativa. Presentan también patrones de conducta ritualistas y repetitivos y de gran resistencia al cambio. En muchos casos, además, se da una sensibilidad inusual hacia los estímulos sensoriales (táctiles, auditivos y visuales), ansiedad, trastornos del sueño y de la alimentación, trastornos gastrointestinales y rabietas violentas.
Todos los que en algún momento tuvimos la suerte de tener un alumno/a con TEA, sabemos de su esfuerzo por encontrarnos...por encontrar un otro que "sintonice" su necesidad de "contarnos" de alguna manera cómo es su mundo.....
Gracias Agus por todo lo que me enseñaste!!!!!
Silvia G.

Dirección de Educación dijo...

Silvia, qué interesante tu aporte!
Sumamente claro, además.

Gracias por sumarte.Alicia