
Tal vez esta idea o modo de pensar la hora del recreo se sustente en las siguientes posturas:
- la idea del juego como actividad en la que el niño descarga energías, se relaja o recarga las mismas para continuar con la tarea.
- la importancia del esparcimiento y de cierto nivel de libertad, posibilitado por la falta de consignas o por una intervención mínima del maestro.
- la necesidad de alternar períodos de tarea y de descanso, o “de trabajo y juego”, criterios y dicotomías que oponen la enseñanza a lo lúdico.
La propuesta es poder pensar al Patio desde las riquezas que ofrece como un lugar de encuentro, de enseñanza y de aprendizaje.
¿Y por qué convoco a repensar institucionalmente, el Patio de nuestras escuelas y los juegos que allí se despliegan?

Porque lo siento el lugar más público de la escuela pública. Como dice Carlos Cullen al referirse a los Jardines de Infantes: “espacio público de construcción de lo público”. Esto implica formar a nuestros niños en el ejercicio de la ciudadanía, iniciarlos en el conocimiento y respeto de sus derechos y sus responsabilidades. Que puedan asumir actitudes democráticas, apropiándose de valores y principios necesarios para la vida en sociedad.
¿Qué tipo de propuestas pueden desarrollarse en el Patio?

Otra propuesta es la de hacer presentes los Juegos Cooperativos. Esos que no requieren de un ganador o perdedor, sino que todo el grupo se esfuerza conjuntamente para el logro de una meta. Juegos que promueven la integración, la participación de tod@s, el trabajo en grupo, favoreciendo actitudes solidarias, la colaboración, la cooperación, valores tan necesarios en nuestra sociedad actual y que nos invitan a reflexionar acerca de qué valores transmiten los juegos que cotidianamente desarrollamos en nuestras escuelas.

O desarrollo de diversos sectores de juego que posibiliten al niñ@ la libre elección (dónde, con qué y con quién jugar), la simultaneidad y la libre circulación.
No desdeño la riqueza del juego espontáneo que puede suceder en los patios de nuestros Jardines. Simplemente propongo repensar estos momentos de juego en forma colectiva en nuestras instituciones. Y revisar nuestras intervenciones como docentes, nuestra función como educadores, cuando de juego se trata. Porque el Juego es un patrimonio inalienable de la infancia.
Y porque es ante todo, un derecho de l@s niñ@s.
M. Raquel López
Y porque es ante todo, un derecho de l@s niñ@s.
M. Raquel López